Ayer vi a una palomita agonizando bajo las llantas de una camioneta 4x4 estacionada... ¿Qué hacer? Las palomitas mueren siempre, ¿no? Me dio mucha pena. Así que me agaché para hablarle bonito, porque no parecía muy contenta. Le comenté que no era seguro que descanse ahí, porque en cualquier momento el auto retrocedería para partir hacia donde vaya. No importa el destino del auto, ella moriría aplastada sí o sí. Entonces, le ordené que se vaya al lado, pero no me hizo caso. Qué pena me daba la idea de dejarla ahí. Lo único que pude hacer era arrastrarla a un lado suavemente y...
decirle adiós...
miércoles, 15 de setiembre de 2010
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